No me busquéis un nombre. Soy un simple explorador de las intrincadas oquedades del alma humana, desde los más oscuros impulsos al más noble gesto. Cosas que en ocasiones podrían poner en entredicho la cordura de cualquier ser pasional.
Amor cap.1
Andaba vagando, como suelo hacer, inmerso en mis cavilaciones cuando de reojo vislumbré un tenue destello a lo lejos. Curioso por naturaleza, decidí aproximarme con cautela. Asomé la cabeza y de un rápido vistazo vi que 2 resplandores, uno intermitente y cegador y otro constante e intenso, discutían acaloradamente.
-¡Maldita sea, no quiero perderte! ¿Por qué has cambiado tanto? ¡No tiene sentido!-
-Por amor, querido amigo, por amor. Es algo maravilloso, mágico y único. Te golpea con la fuerza de mil océanos de una manera tan profunda que hace temblar los cimientos de tu alma. Viento huracanado, incontrolable, que arrastra las bajezas y los sinsabores del mundo que nos ha tocado vivir. Aligera mi espíritu y me eleva a cotas de felicidad desconocidas hasta ahora, haciéndome sentir tan libre como una resplandeciente nubecilla sin ataduras y descaradamente por encima del resto.-
- No será así para siempre, y lo sabes. Adorar algo de una forma tan mezquina solo hará que al privarte de ello te hundas más en el pozo de sinsabores de lo que dices ser el mundo.-
-¡Cállate necio! Tus celos no ensombrecerán en lo que yo más creo. Es la perfección. La quiero y no me importa lo que piensen los infelices que pasan la vida empeñados en esquivar las flechas de Cupido.-
-Acuérdate que quien se sostiene sobre abismos sin más agarre que una fe inquebrantable y una mano recia, caerá irremediablemente ya que tanto la fe como la mano son humanas. Lo humano es tan cambiante, absoluto, efímero terrible e impresionante que no podemos esperar que las cosas sigan su curso sin mediar toda clase de infortunios y cambios. Debes ser racional y aunque en ocasiones dejarse arrastrar por la pasión es incluso necesario para no apagar la chispa que nos impulsa a seguir existiendo, no debe convertirse en el centro de tu vida ya que cuando desaparezca y esos mil océanos te arrastren contra otras tantas miles rocas afiladas, no tendrás nada y nadie para socorrerte y podrías hundirte sin remedio.-
-¡¡No exageres!! Siempre tendré a mi familia que me apoyará, a algún amigo mejor que tú que no me abandonará y gente que tendrá fe en mi y lo que creo.-
-No. Hablo de ti mismo. De algo que no se cura fácilmente. El amor es la droga más fuerte, más deseada y, pura, realmente difícil de encontrar. Cuando la experimentas te sientes el ser más afortunado y feliz del mundo, sin nada de que preocuparse. Pero cuando careces de ella empiezas a tener un “síndrome de abstinencia” que te causará gran pesar y sufrimiento. Esto no es lo peor. Como cada droga la dependencia física debido a su falta es fuerte pero… es esa cicatriz, esa llaga que no cura jamás, ese vacío tan triste, como aquel que se haya entre las notas disonantes de un piano en una oscura habitación e insidioso, como el cuadro torcido que por más que coloques, vuelve a su irritante posición inicial. Te atrapará la melancolía de tiempos pasados mejores sin dejarte ver la belleza que te rodea encerrándote en ti mismo, en tu dolor, en su ausencia…-
-¿Me estás diciendo qué jamás debería de amar? ¡Ja! Lo sabía, no eras más que un amargado y vacuo ser sin ganas de emocionarse ni agallas para lanzarse en cuerpo y alma a por lo que desea.-
-No digo que no ames, digo que no pierdas lo que te define, no te amoldes a lo que parece la panacea de todos tus males. Diversifica intereses y podrás mantener el rumbo aunque pierdas alguna vela en la tempestad. Solo te digo, amigo mío, que siempre tengas los pies en la tierra. Te quiero y no quiero perderte. No te vayas.-
-Adiós amigo me voy a vivir mi sueño.-
-Bien. Espero que no se torne pesadilla…